jueves, 28 de mayo de 2015

Anécdotas de Museos. ''Un drama en Sierra Nevada''

Me encanta visitar frecuentemente el Museo de Bellas Artes de Valencia, como en todos los museos hay una exposición permanente y otra temporal. La permanente me la sé prácticamente de memoria, aunque siempre descubres algo nuevo, pero en la temporal, la última vez que fui me pasó algo anecdótico, como siempre me pasa en los museos.

Me pasó algo raro con un cuadro, cuando lo vi tuve una sensación rara por el color de la nieve, que era rosa y me dio pena por la persona muerta y aplastada por la nieve y pensé: ‘’que perro más bueno que intenta que no se lo coman a pesar de que la persona ya está muerta’’, entonces un amigo que venía conmigo me dijo: ‘’fíjate que el perro también va a morir porque por ahí detrás viene una manada de lobos y se lo comerán’’, cuando me dijo esto estaba delante del cuadro mirándolo detenidamente y me asusté y pegue un grito. La gente que había en la sala se me quedó mirando y empezaron a reírse.

Peor es que me impactó tanto que luego tuve pesadillas y todo con el cuadro. Me fijé tanto en el contenido que ni miré quien era el autor, tan solo sabía que el título era algo de sierra nevada. Me volví loca buscando el cuadro por internet, pero ni rastro, y como no podía vivir con la duda tuve que enviar un correo al museo, les conté toda la historia para a ver si me podían decir el nombre del cuadro.

Para mi sorpresa contestó el correo el director del museo de una forma muy amable, así que muchas gracias, David por el correo y ya sabes que la próxima vez que vaya por el museo nos vemos seguro

Os dejo aquí el cuadro, que no es nada del otro mundo, pero me afectó. Pero lo más anecdótico no acaba ahí, la obra resultó ser de Antonio Muñoz Degraín (Valencia, 1840 - Málaga, 1924) ¡uno de mis pintores preferidos! ¡Si es que no tengo perdón! Se titula: "Un drama en Sierra Nevada", fechada en 1912, y que fue donada por el autor a este museo junto a otras obras del artista configurando un conjunto extremadamente importante, junto a la otra donación que hizo al museo de Málaga.

Muñoz Degraín ''Drama en Sierra Nevada''

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martes, 5 de mayo de 2015

El término ‘’esencia’’ en Heidegger

Cuando hablamos de esencia en Filosofía tenemos muy inculcada la esencia platónica y automáticamente pensamos en ella, pero si hacemos esto no entenderemos a Heidegger cuando habla de esencia-

En Heidegger ‘’esencia’’ no significa la unidad inteligible que proporciona una idea a un concepto, aquí esencia no es una estabilidad ontológica, es decir, no es un uno inteligible que sintetiza una multiplicidad empírica.

No hay Filosofía sin creación de lenguaje, y lo que hace Heidegger el retorcer el lenguaje para que diga aquello que el lenguaje se resiste a decir, para liberar al lenguaje de esa comprensión del lenguaje como representación, como sentido, como referencia.

Cuando habla de la esencia de la nada hay una transformación significativa. El término esencia se dice en alemán Wesen, y lo significativo es que Heidegger saca juego lingüístico de la terminación ‘’en’’ que es propia de todos los infinitivos en alemán, con lo cual, el término esencia, que e un sustantivo y por eso va con mayúscula Heidegger lo convierte en un verbo, wesen, lo escribe en minúscula, y por lo tanto significará ‘’esencial’’.


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lunes, 4 de mayo de 2015

La Hermenéutica, el método de las Ciencias Humanas

Tanto las Ciencias Humanas como las Ciencias Naturales comparten el carácter de ser Ciencia Empírica. Esto es evidente si reparamos en que tanto unas como otras centran su actividad en el mundo de la experiencia, es decir, se refieren a algo en concreto (arte, política…)

Si a alguien le resultase poco evidente que las Ciencias Humanas tienen por objeto de estudio fenómenos radicados en el mundo empírico, baste con recordar el ámbito en el que se desarrollan las crisis económicas, las guerras, las modas, las depresiones, los problemas existenciales, la reflexión estética… Pero, entonces, ¿por qué hemos situado a la Historia, la Sociología, Psicología… en una división diferente al de la Física, Biología, Química…? Si atendemos a la distinta naturaleza del objeto de estudio de las Ciencias Humanas y las Ciencias Naturales, entenderemos que la metodología de estudio e investigación no puede ser la misma. La imposibilidad de llevar a cabo experimentos en la mayoría de las disciplinas humanas es debida a las más diversas y evidentes razones (éticas, políticas, técnicas), y todas referidas a su delicado objeto de estudio: el ser humano.

Sin embargo, esto no implica que en Historia, Sociología o Psicología no se investigue. Lo que ocurre es que la metodología es diferente. Efectivamente, cuando desde un punto de vista científico queremos saber por qué se producen los maremotos, lo que necesitamos conocer es una determina conexión causal, pero nunca preguntamos pro el sentido que tiene un maremoto.

En cambio, esto es justo lo que necesitamos saber cuando analizamos problemas de la ciencia humana. El conocimiento y control de las condiciones objetivas que provocan las guerras no es suficiente para garantizar que no se vuelvan a producir, necesitamos comprender los intereses, las motivaciones casi siempre inconfesable, una personalidad patológica disfrazada de una buena salud mental, una inercia cultura… son factores que acompañan también al fatalismo de la guerra. Lo mismo cabría decir ene l caso del análisis estético, sociológico o económico. Por eso las Ciencias Humanas requieren un método adecuado a la singularidad de su objeto (el ser humano), un método que no se afane tanto en explicar sino más bien en comprender. Nos referimos a la Hermenéutica.

La Hermenéutica, es el arte de interpretar un pensamiento, fue desarrollada en el siglo XVI por el luterano Matthias Flacius, en un intento de determinar una clave (Clave scripturae sacrae, 1567), que permitiera interpretar los pasajes oscuros de la Biblia. Como disciplina filosófica, la hermenéutica se desarrolla a partir del siglo XVIII con un objetivo claro: por medio de la interpretación de productos culturales en general y de textos en particular, alcanzar la comprensión de un determinado momento histórico, situación cultural, etc.



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sábado, 2 de mayo de 2015

DeKántate

Tengo un amigo que no estudia Filosofía, pero que le encanta, siente mucho interés por ella y le inquieta, a consecuencia de esto siempre está preguntándome cosas y yo encantadísima de explicárselo.

El otro día me planteó una cuestión, que la verdad es que yo también la había pensado alguna que otra vez, pero al no planteármela nadie tan enserio pasaba por mi cabeza pero se esfumaba y no reparaba en ella.

Su comentario fue que cada vez que conocía el pensamiento de un filósofo nuevo, éste le convencía, entonces no sabía cuál de ellos verdaderamente tenía razón, porque todos en cierto modo tenían algo de razón ¿tu como haces para poder llevar esto?

Yo le respondí que a mí también me ocurre esa sensación, mientras estoy estudiando o me están explicando a un filósofo me meto mucho en ese papel, pero creo que es necesario para poder comprenderlo bien, imaginarte que eres ese filósofo y estás defendiendo eso que dice, habrán cosas en las que estés de acuerdo y en las que no. Pero en las que estés de acuerdo luego vendrá otro filósofo y tendrá una opinión diferente de lo mismo y puede ser que te convenza más.

Creo que a cada pensador hay que entenderlo en su contexto y que cada uno tenía razón en su momento, cada uno pensaba de una manera u otra según las circunstancias del momento en que vivían o dependiendo por lo que estaban influidos. No es que pensaran así por casualidad, no se levantaron un día y de repente dijeron eso, hay mucho pensamiento detrás, y si piensas que están locos porque dicen cosas sin sentido a lo mejor es que no estás entendiendo nada de lo que dicen, no puedes agenciar la estupidez, porque está claro que si ellos son pensadores reconocidos es porque han hecho alguna gran aportación, no tienen culpa de que tu no los entiendas. Sino los entiendes no es porque ellos estén locos o digan cosas sin sentido, es porque a ti te falta nivel.


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viernes, 1 de mayo de 2015

El Holocausto y Platón

’’Sin embargo, yo creo en algo que he escuchado cierta vez: Leoncio, hijo de Agayón, subía del Pireo bajo la parte externa del muro boreal, cuando percibió unos cadáveres que yacían junto al verdugo público. Experimentó el deseo de mirarlos, pero a la vez sintió una repugnancia que lo apartaba de allí, y durante unos momentos se debatió interiormente y se descubrió el rostro. Finalmente, vencido por su deseo, con los ojos desmesuradamente abiertos corrió hacia los cadáveres y gritó: ‘’Mirad, malditos, satisfaceos con tan bello espectáculo’’
439-440 a Platón la República.

No hay que olvidar que la obra de la República de Platón transcurre mientras Sócrates está hablando con uno de los hermano de Platón, Glaucón, mientras vuelven del Píreo, el puerto de Grecia, ya que venían de un acto religioso, en concreto, la fiesta de Bendis.

Me gusta este pasaje porque él cree en algo que ‘’he escuchado cierta vez’’, y, en la República todo recae en el sentido de la vista y cada vez que se oye es preciso que Sócrates enfatice a dar crédito a lo que se oye, porque lo que se oye no es tan digno como lo que se ve, la idea de bien no se oye, sino que se ve.

‘’Pireo’’ aparece con el artículo indeterminado ‘’subía del Pireo’’ con el articulo indeterminado significa que está subiendo desde el puerto de Atenas.

Sin embargo, si pusiera ‘’subía de Pireo’’, significaría que subía del más allá, en Grecia, a las afueras de la ciudad tenían como unos muros donde dejaban los cadáveres.

Pero Leondio no sube de Pireo sino del Pireo, La República se habla allí en el Pireo, pero Leoncio no puede subir a la idea del bien, y este hombre, Leoncio viene simplemente desde el puerto de Atenas, porque no tiene la capacidad de llegar hasta lo privado, no tiene la racional del alma tiene las otras dos partes, pero la racional no.

’’cuando percibió unos cadáveres que yacían junto al verdugo público’’ estos cadáveres que ven no son unos cualesquiera, son unos que la comunidad política ha mandado exterminar, que se llevaban a la otra parte del muro, que es la parte de la ciudad donde menos expuestos estaban al calor para que se pudrieran menos, pero la vista de los cadáveres supongo que sería parecida a las imágenes del holocausto de cadáveres amontonados.

Leoncio quiere ver los cadáveres en descomposición. Y supongo que el código interno de la República dice que uno de esos es Sócrates, que es ejecutado por el verdugo público, ya que es ejecutado por la ciudad cuarenta años después de la Republica.

Leoncio quiere ver esos cadáveres, nosotros apartaríamos la vista, ¿Leoncio sería como un juez que tiene que mirarlos para poder juzgar?

Leoncio experimentó el deseo de mirarlos, pero a la vez experimentó una repugnancia (que es la parte del coraje que se corresponde con los guerreros) hay algo en Leoncio que es más o menos noble.

En el Fedón se dice que cuando Sócrates va a morir se cubre el rostro de acuerdo con las convenciones de los griegos, que pensaban no se debe ver el rosto de un cadáver. Esto tendría que ver con la última frase irónica, ya que los cadáveres no son bello espectáculo, es una categoría estética y ética, se sugiere que hay determinadas cosas que no se deben ver.

El Pireo, puerto de Grecia
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