lunes, 29 de diciembre de 2014

Eureka, un grito histórico

Cuántas veces hemos estado en una piscina y cuando ha entrado alguien de grandes dimensiones hemos dicho: ¡ha subido el agua! o al contario, cuando ha salido hemos dicho, ha bajado el agua. Esto lo decimos desde pequeños, sin tener grandes conocimientos de matemáticas ni ser científicos.

Más o menos esto fue lo que le paso a Arquímedes, a diferencia de que él si era un gran científico y matemático. Arquímedes se metió en su bañera a darse un baño y descubrió que el volumen del agua que ascendía se correspondía al volumen del cuerpo sumergido. Gracias a esto solucionó el problema de medir cuerpos irregulares.

Se puso tan contento de haber hecho este descubrimiento que salió corriendo desnudo de la bañera y fue por la calle gritando: ¡Eureka! ¡Eureka! (lo he descubierto) para advertir así a todos de su descubrimiento.  Este descubrimiento le permitió saber si la corona del rey Hieron II estaba hecha de oro puro o tan solo recubierta de oro al calcular su densidad a partir de la masa ya conocida.

Actualmente la gente grita Eureka como sinónimo de ‘’aleluya’’, ‘’al fin’’, pero en concreto significa: lo he descubierto.

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