viernes, 21 de junio de 2013

Colaboración: El conflicto creador-creación

Buenas a todos soy Alberto, me estreno como colaborador de este gran blog y pretendo aportar mi granito de arena a este pequeña y maravillosa miscelánea del pensamiento en la red. Decir que soy escritor, poeta para más señas (borracho, narcisista y sórdido por momentos),y me gustaría tratar un tema que creo que pasa muy desapercibido en cuanto a la creación literaria, en este caso, y en general con toda corriente filosófica/artística, y es el gusto por la creación y no por el creador. Me ha pasado personalmente y he podido comprobar en otros casos que a la gente le gusta lo que haces y no lo que eres y aquí me surge la siguiente pregunta: ¿Acaso no se han planteado que lo que hago está intrínsecamente ligado a lo que soy? En este punto pueden pasar dos cosas, que menosprecien tu obra por lo que eres o que no te valoren lo suficiente porque en comparación con lo que haces eres mediocre.

Sinceramente no alcanzo a comprender ese Rubicón entre obra y creador, ese tratamiento absolutamente dual y parcial, como por ejemplo la difamación a la que se somete la obra de Nietzsche en relación con las reinterpretaciones que Hitler hizo posteriormente de algunos fragmentos de la misma. Es una sensación extraña que alaben tu obra (aunque los halagos importen un pijo porque no te dan de comer) y a la vez te miren como un paria, una especie de delincuente espiritual que tiene que llevar su justicia en la clandestinidad, del mismo modo que desprecien lo que haces (cosa que personalmente me pone mucho) porque no eres alguien que refrende lo que escribe con una personalidad “adecuada”. Parece que para escribir tienes que estar lamentándote en una barra de bar, follando en un motel y sacándote de la manga aforismos únicos continuamente. Lo cierto es que la relación creador-creación es difícil y difusa, van de la mano como una pareja adolescente, con nervios y mirando a todas partes: con miedo, y esto no debería ser así. Soy lo que soy por lo que hago y hago lo que hago por lo que soy, disfruta lo que soy y lo que ofrezco y no lo que debería representar, si no prefiero que me odies con todas tus ganas, tan solo pido consecuencia.

En la actualidad la entidad del creador está idealizada, es un icono sometido a cánones y estándares que son símbolo del buen artista, si no estás regido por esto no vales un duro pero para qué nos vamos a engañar lo cierto es que no es nada nuevo en Marte. También puede decirse que tu buen hacer en tu labor te supere, te humille porque es mucha pluma para tan poco pavo pero llegados a esta situación me largo a fumar y escribir que es lo único que importa.



1 comentario:

  1. JAJAJAJAJA BRAVO. Breve, conciso, directo, con especias y agasajos varios para el buen gusto...En tu línea, a ver si escribes más por el blog, pedazo de mamón XD

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